Miedo



El miedo se pinta en el rostro
Séneca

—Tranquilo, va a salir todo bien.
—¿Cómo podés estar seguro?
—Seguro, seguro no, pero las probabilidades son altas.
—Entonces, por lo menos, hay una probabilidad de que algo salga mal. Eso ya justifica mi preocupación.
—Te concedo y reformulo: tranquilo, hay grandes chances de que todo salga bien
—Sigo teniendo miedo.
—Se nota en tu cara
—No puedo evitarlo
—Es una intervención simple.
—No deja de ser una cirugía.
—El equipo del quirófano es de excelencia.
—¿Es muy egoísta pensar en mí antes que en otros?
—No, pensalo como un conjunto.
—Bueno, está bien, son los mejores, pero…¿Pueden asegurarme que me irá bien?
—¡Uh! ¡Qué pesado! ¡Nadie puede asegurar nada! Pero todos hacen lo mejor que pueden.
—Por eso tengo miedo, porque no me alcanza.
—¿Y qué te alcanzaría?
—Que alguien me asegure que me va a ir bien.
—Y entonces le preguntarías por qué está seguro.
—Y... sí.
—¡Sos insufrible! Le voy a preguntar a la anestesióloga si ya está todo listo. Marita, ¿falta mucho?
—Ya está todo listo doctor.
—Gracias Marita. Bueno, doctor, llegó el momento de la verdad. El paciente está dormido. Entre ahí y proceda a su primera cirugía. Confiá en tu capacidad y verás que  todo irá bien.

Osvaldo Villalba
03/09/2019


9 comentarios:

  1. De confiar, finalmente se trata, vencer al miedo despues de ese " va a estar todo bien..." apenas nos alivia. Me gustó, necesitamos justificar el miedo a lo que vendra, no estra seguro de ese, la incertidumbre, en fin...hay que confiar en que todo irá bien, para lo demás ya existe lo contrario a eso, y eso, precisamente cansa.

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    1. Es así. La confianza vence al miedo. Sobre todo confianza en uno mismo. El miedo permitió conservar la especie.

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  2. Es que ante una operación, por más simple que sea, el miedo es invitable.
    Me gustó que todo el microrrelato fuera un diálogo y que al final se revelara quién estaba hablando con el paciente. Me parece que se juntaron dos miedos, a menos que el médico rebosara confianza en sí mismo y tuviera un ego enorme, algo bastante común en los cirujanos.
    ¡Muy bueno, Osvaldo!
    Un abrazo.

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    1. El desafío era hacer un relato sin narrador. Por eso no menciona quién habla.
      Corrí el riesgo que no siempre se entienda. En realidad son dos cirujanos y el temeroso es el que tiene que operar.
      Gracias por leer y comentar.

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    2. Eso no lo entendí, porque en la última respuesta lo trata de usted y pensé que era la anestesióloga o una enfermera quien hablaba.

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    3. Gracias Mirella. Hice un pequeño cambio para que no genere confusión.

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    4. Ahora está mucho más claro, Osvaldo.

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  3. Muy bueno, Osvaldo, un discurso directo impecable y con un final de los tuyos con ese: "llegó el momento de la verdad". Un desafío realizado con maestría. ¡Felicitaciones!
    Ariel

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